martes, 16 de marzo de 2010

Ciudad Juárez ¿el Waterloo del sr. calderón?





No hay capacidad.
La eficiencia y efectividad de las fuerzas militares y policiacas en la lucha contra el crimen organizado en Cd. Juárez (ó en cualquier parte del país), continúan decayendo no obstante el incremento de batallones, vehículos y la andanada de discursos y promesas.
Por el contrario, es cada vez más fuerte la exigencia de la población afectada en ambas vías -por los malos y por los buenos, sin precisar cuales son unos o los otros- de acabar con la "guerra" calderonista, el "estamos hartos" de los juarenses que ya no creen en las autoridades -de cualquier nivel-, a lo que se suma -sólo eso nos faltaba- la indignación en la Casa Blanca tras el asesinato de dos de sus empleados.
Apenas hace unos días se anunció la visita de la esposa del presidente Obama a México y ya se rumora que cancelará; recientemente la dirigencia de la Concanaco ofreció al sr. Fecal la creación de 1 millón de empleos a cambio de reformas, si bien ahora queda en duda el cumplimiento de tal oferta y saber si no fueron sólo palabras, dada la escalada interminable de la violencia.
Hoy los analistas recuerdan el gesto de Washington al enviar a México no a un diplomático de Carrera, sino a un especialista en el análisis de los Estados fallidos insinuando a nuestro país como uno de ellos, al tiempo de recordar la virulencia con que nos maltrataron los yanquis por el asesinato, en 1985, del agente de la DEA Enrique "Kikis" Camarena y las eventuales y negativas consecuencias por el asesinato de los empleados consulares, una de las cuales gestaba un bebé.
Por lo pronto, el despliegue en los medios informativos del vecino del norte ha sido de gran intensidad; se repite el uso de la palabra "indignación" en labios de Obama y la secretaria de Estado Hillary Clinton y la furia del embajador Carlos Pascual, parece preocupar -como escribe el Senador Ricardo Monreal- de manera más intensa al gobierno calderonista en tanto 18 mil asesinatos no pudieron con el cisma que pueden provocar 3 muertes de estadunidenses.
En tanto las autoridades mexicanas conserven tan altos niveles de impericia e incapacidad y corrupción para enfrentar la problemática representada por el narco, pésimamente enfrentada con una "guerra" sin sentido, sin inteligencia, sin planeación, sin atacar los circuitos financieros y sólo para legitimar un gobierno usurpador, el suceso reciente en Ciudad Juárez puede ser el Waterloo del sr. Fecal, presidente espurio de México.

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