jueves, 22 de octubre de 2009

México en shock

Algo está sucediendo y no es lo mejor para nuestro México. Tal parece que el propósito de quienes manejan los hilos de éste país es mantenernos en un shock constante. De una "guerra" cambiamos de canal a un "sabadazo" en el que 45 mil trabajadores con sus familias incluidas, perdieron su trabajo, sus proyectos y esperanzas. Los electricistas están en pie de lucha, como lo debemos estar los mexicanos que nos sentimos agraviados por la forma en que nos imponen medidas económicas, fiscales, de supuesta seguridad que finalmente nos agravian, laborales, de prácticas transgénicas peligrosas para el maíz, en fin, todo lo que se le ocurre a un gobierno panista al que ya no le importa conservar la mesura, el rubor o el capital político, porque se ha dado por vencido y le entregará el poder al PRI en 2012. Al menos eso es lo que pretenden. Hoy el titular de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social, javier Lozano, fue repudiado en su comparecencia en la Cámara de Diputados: han perdido el respeto, esa es la señal. En ese mismo órgano legislativo se aprobó de madrugada, apenas hace día y medio, la elevación del 15 al 16 por ciento de IVA (en la frontera del 10 al 11%); del 28 al 30 por ciento la tasa del ISR a personas físicas y morales; del 3 por ciento del IEPS a telecomunicaciones, y el cobro de 3 por ciento a los depósitos en efectivo mayores a 15 mil pesos cuando antes era del 2 por ciento a partir de 25 mil pesos. En éste contexto, los legisladores del PRI y PAN determinaron diferir el cobro durante 2 años en la entrega de concesiones para uso del espectro radioeléctrico de servicios de telefonía e Internet móvil, ni más ni menos que a Televisa, empresa que será beneficiada en ese lapso de tiempo al no tener que pagar mil 900 millones de pesos. Mientras tanto, los trabajadores del SME han perdido toda prestación médica y el Instituto Mexicano del Seguro Social -para eso si es expedito- les ha retirado los servicios incluso a trabajadores con tratamientos de diálisis y hemodiálisis, con cirugías programadas, en estado de ingravidez, entre otros casos más. Ese es el México de hoy y no nos lo merecemos.