jueves, 25 de febrero de 2010

Un Lobo vengativo por no ser invitado a la Cumbre latinoamericana busca desquitarse con Zelaya.


Lobo, el de Honduras y de nombre Porfirio, muestra por fin los colmillos. Dejó atrás su careta de demócrata y se asume como la prolongación de Micheletti, de nombre Roberto, por añadidura "el golpista", al avalar la nueva orden de aprehensión en contra del depuesto expresidente Manuel Zelaya, no obstante el exilio al que éste optó luego de la asunción del nuevo mandatario.
Al término de la Cumbre de la Unidad, celebrada en la Riviera Maya mexicana, Lobo, furioso, ha mostrado su indignación por no ser invitado y acosa nuevamente a Zelaya, sin el menor rubor de ser un producto emanado de un proceso electoral manipulado enmedio de la asonada militarista.
Ayer miércoles, el Ministerio Público de Honduras pidió ante la justicia la captura de Zelaya, dos ex ministros y otros dos ex funcionarios de su gobierno, contra quienes abrió un nuevo proceso por fraude, falsificación de documentos y abuso de autoridad.
"El gobierno de Lobo, en forma equivocada, toma venganza personal contra el ex presidente Zelaya al no ser invitado al Grupo de Río", afirma un comunicado enviado por el ex mandatario.
En el comunicado emitido en República Dominicana, donde reside como "huésped distinguido" desde el pasado 27 de enero, Zelaya denunció que el gobierno de Lobo "reinicia y recrudece la persecución política olvidándose de la reconciliación nacional" y que "continúan en sus cargos los coautores del golpe de Estado" llevada a cabo en su contra el 28 de junio pasado.
Entre ellos citó al "fiscal general, que participó activamente, los magistrados de la Corte Suprema, al ministro de Defensa y a la misma cúpula militar, manipulando las leyes y la justicia".