viernes, 26 de marzo de 2010

La minoría ridícula tiene en jaque al gobierno mínimo.



Cartón de Jans publicado en Milenio diario

En Miami los terroristas caminan en paz.

Con la bandera estadounidense a sus espaldas, el terrorista Luis Posada Carriles, confeso del bombazo que provocó la muerte de más de 70 personas en cielo caribeño, marchó libremente en apoyo a una campaña más contra la Revolución socialista cubana.

Con el pretexto de los derechos humanos, reinventada veta para violentar la situación en la isla, los disidentes de Miami no ocultan, como se observa en algunos rostros en la foto, su admiración por el criminal que planeó y ejecutó el atentado en octubre de 1976 y del cual alardeó en un folletín.

Agente de la CIA durante muchos años, cercano a otros terroristas como Orlando Bosch y Jorge Más Canosa, incluso la FBI lo ubicó en Veracruz en 1965 con la pretensión de volar un buque soviético en este puerto mexicano.

Ahora tranquilo manifestante en calles de Miami, con 73 cargos de asesinato en su contra en Venezuela, de donde es prófugo de la justicia, marcha en apoyo a las denominadas Damas de Blanco y del hombre que con una huelga de hambre pretende presionar al gobierno revolucionario cubano.

A continuación un breve recuento de las acciones de éste terrorista, apoyo visible de la oposición en Miami contra el gobierno de Fidel y ahora de Raúl Castro.

Algunas acciones en Latinoamérica

Fue destinado a organizar los órganos represivos en Venezuela, primero en la Digepol y después en la DISIP. Estuvo vinculado a los planes de atentado contra dirigentes cubanos en Chile y en el atentado fraguado contra el presidente cubano Fidel Castro durante su visita a ese país en 1971; había obtenido y proporcionado al comando documentación falsa como miembros del equipo de televisión de Venezuela. También se relaciona con la desaparición de los funcionarios cubanos asesinados en agosto de 1976 en Argentina.

Cumplió diversas misiones criminales en varios países del área y diseñó un equipo de terroristas que envió a la DINA chilena durante el gobierno fascista de Augusto Pinochet.

Posada reclutó a los venezolanos Hernán Ricardo Losano y a Freddy Lugo para que fuesen los autores materiales del crimen de Barbados. Estos mercenarios colocaron las bombas que asesinaron a 73 personas, cuando un avión de la línea Aérea Cubana de Aviación explotó en pleno vuelo apenas unos minutos después de haber despegado del aeropuerto de Barbados el 6 de octubre de 1976.

Condena y fuga

Fue detenido junto a Orlando Bosch Ávila el 7 de octubre de ese mismo año por ser los patrocinadores de este vandálico hecho. Cuando la policía de Venezuela detuvo a Posada Carriles, después de la explosión de la aeronave, descubrió en su oficina un mapa de la ciudad de Washington donde aparecía el recorrido diario que el asesinado ex canciller de Chile Orlando Letelier hacía para ir a su trabajo.

El 8 de agosto de 1982 Posada se fuga de la cárcel y logra introducirse en la embajada de Chile en Caracas, pero es reintegrado a la misma. El 4 de noviembre de 1984 vuelve a intentarlo y fracasa; finalmente, se fuga definitivamente de la cárcel de máxima seguridad en San Juan de los Morros, el 18 de agosto de 1985.

El Salvador se convirtió, desde 1985 y hasta el presente, en el santuario preferido de este terrorista cubano. En septiembre de 1985 se le unió al también terrorista de origen cubano Félix Ismael Rodríguez Mendigutía, quien llegó a El Salvador en febrero de ese año, con instrucciones del teniente coronel Oliver North de organizar el suministro aéreo a la contra nica y apoyar las actividades de contrainsurgencia en ese país.

En ese año, un grupo de terroristas de Miami visitan a Posada Carriles en su refugio en El Salvador y le sugieren trasladarse a Honduras, entre ellos Juan Pérez Franco, entonces presidente de la Brigada 2506 y Rolando Mendoza, ex mercenario de la Brigada 2506, quien también lo visitó en diciembre de 1988 para planear un atentado contra el presidente de Cuba cuando visitara Venezuela. Gaspar Jiménez Escobedo y Ramón Font se encuentran con él días antes de ser derribado el avión norteamericano que dio origen al escándalo en la Operación Irán-Contra.

El entonces vice Ministro del Interior de Nicaragua, Luis Carrión Cruz, denunció el 15 de octubre de 1986 la participación de terroristas cubanos en la guerra en Centroamérica y la presencia de mercenarios norteamericanos como pilotos, entre estos John Peavate, Bill Coope y John McCraine.