jueves, 1 de marzo de 2012












Desde hace dos años, Roberto González, el querido hermano de René, brillante abogado del equipo de la defensa, está dando una batalla colosal por la vida.
Lo está haciendo con la dignidad y la fuerza que caracteriza a Roberto y René.

Tiene el amor de su esposa Sarita que lo acompaña permanentemente, de sus dos maravillosos hijos, de sus sufridos padres Irma y Cándido, de sus sobrinas Irmita e Ivette, de todos sus familiares y de los muchísimos amigos que en esta batalla por la libertad de los Cinco lo hemos visto brillar durante todos estos años.

Roberto y su esposa nos pidieron que les hagamos llegar su saludo y agradecimiento ante las muchas muestras de apoyo y cariño que reciben a diario, y la certeza que seguirá luchando por la vida.

A su disposición se ha puesto lo más avanzado de la medicina cubana. Pero a Roberto le falta algo importante, le falta el abrazo de su hermano mayor, le falta René. En circunstancias tan difíciles como las que atraviesa Roberto, la presencia de René tal vez sea una de las mejores medicinas que necesita hoy.

El abogado de René ha solicitado que se le permita viajar de inmediato a La Habana por dos semanas, para acompañar a Roberto, sus padres y familia en momentos como estos. Lo que está solicitando su abogado es elemental, René ha permanecido por 13 largos años en prisión, ya cumplió su injusta condena y ha dado muestras suficientes del cumplimiento de su libertad supervisada durante estos 5 meses, donde persiste la prohibición a ser visitado por su esposa.


Solo se está pidiendo un poco de humanidad, un alto al fuego, una tregua en medio de tanta crueldad, de tanto daño permanente, de tanto odio. Solo una pequeña tregua que mitigue el sufrimiento enorme de esta familia. René debe retornar a Cuba de inmediato. Estados Unidos debe autorizarlo cuanto antes.

Comité Internacional por la Libertad de los 5 Cubanos