martes, 4 de mayo de 2010

Garzón, la justicia y la memoria



Por Ignacio Ramonet / Le Monde Diplomatique
La prensa mundial, las asociaciones de defensa de los derechos humanos y los más eminentes juristas internacionales no salen de su estupor. ¿Por qué la justicia española, que tanto hizo estos últimos años para reprimir los crímenes de lesa humanidad en distintas partes del globo, quiere sentar en el banquillo a Baltasar Garzón, el juez que mejor simboliza el paradigma contemporáneo en la aplicación de la justicia universal?
Los medios internacionales recuerdan los méritos del "superjuez": su trascendental papel en el arresto del dictador chileno Augusto Pinochet en Londres, en 1998; su denuncia de las atrocidades cometidas por los militares en Argentina, Guatemala y otras dictaduras latinoamericanas; su empeño en desmantelar a los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) y en enviar a los tribunales a Felipe González; su oposición a la invasión de Irak en 2003; y hasta su reciente viaje a Honduras para advertir a los golpistas de que los delitos de lesa humanidad son imprescriptibles.
Como juez de la Audiencia Nacional, Baltasar Garzón ha encausado a unos mil activistas de la organización ETA (la derecha sugirió que se le concediera por eso el Premio Nobel de la Paz....). Lo que ha dado lugar a críticas, en particular su decisión de ordenar, en 1998, el cierre del diario Egin. O sus órdenes de detención, bajo régimen de incomunicación, de personas acusadas de terrorismo. Organismos como el Comité para la Prevención de la Tortura, del Consejo de Europa, reclaman la abolición de esa modalidad de detención. También se ha criticado la inmoderada afición del "juez estrella" por los primeros planos mediáticos.

En cualquier caso, Garzón ha demostrado ser un juez alborotador, independiente e incorruptible. Por eso ha acumulado tantos adversarios y se ve perseguido hoy por los corruptos de la trama "Gürtel" (1) y los herederos del franquismo. En el Tribunal Supremo hay, en efecto, tres denuncias contra él. Una sobre los honorarios que habría percibido por unas conferencias en Nueva York patrocinadas por el Banco Santander. Otra sobre unas escuchas telefónicas ordenadas en el marco de la investigación sobre la red "Gürtel". Y la principal: por investigar los crímenes del franquismo.
Dos organizaciones ultraconservadoras le acusan de "prevaricación" (2) por haber iniciado, en octubre de 2008, una investigación sobre las desapariciones de más de cien mil republicanos (cuyos restos yacen en las cunetas y fosas, sin derecho a un entierro digno) y sobre el destino de 30.000 niños arrebatados a sus madres en las cárceles (3) para ser entregados a familias del bando vencedor durante la dictadura franquista (1939-1975).
Si le declararan culpable, Garzón se enfrentaría a una suspensión de entre diez y veinte años. Sería una vergüenza. Porque, en el fondo, este asunto gira en torno a una cuestión central: ¿qué hacer, desde el punto de vista simbólico, con la Guerra Civil? La decisión administrativa tomada en 1977, con la Ley de Amnistía (que, en lo inmediato, buscaba esencialmente sacar de prisión a cientos de detenidos de izquierda), fue la de no hacer justicia y no encarar ningún tipo de política de memoria.
Obviamente, a 71 años del final del conflicto, y al haber desaparecido, por causas biológicas, los principales responsables, hacer justicia no consiste en llevar materialmente a los acusados de crímenes abominables ante los tribunales.
Éste no es sólo un asunto jurídico. Si tanto apasiona a millones de españoles es porque sienten que, más allá del caso Garzón, lo que está en juego es el derecho de las víctimas a una reparación moral, el derecho colectivo a la memoria, a poder establecer oficialmente, sobre la base de atrocidades demostradas, que el franquismo fue una abominación. Y que su impunidad es insoportable. Poder enunciarlo, proclamarlo y mostrarlo en "museos consagrados a la Guerra Civil", por ejemplo; en los manuales escolares de historia; en días de solemne homenaje colectivo, etc. Como se hace en toda Europa en solidaridad con las víctimas del nazismo.

Los partidarios de la "cultura del ocultamiento" acusan a Garzón de querer abrir la caja de Pandora y enfrentar de nuevo a los españoles. Insisten en que en el otro bando también se cometieron crímenes. No acaban de entender la especificidad del franquismo. Se comportan como un periodista que, deseando organizar un "debate equilibrado" sobre la Segunda Guerra Mundial, decidiese: "Un minuto para Hitler y un minuto para los judíos".
El franquismo no fue sólo la guerra (en la que el general Queipo de Llano afirmaba: "Hay que sembrar el terror eliminando sin escrúpulos ni vacilación a todos los que no piensan como nosotros"), fue sobre todo de 1939 a 1975, un régimen autoritario de los más implacables del siglo XX que usó el terror de forma planificada y sistemática para exterminar a sus oponentes ideológicos y atemorizar a toda la población. Afirmar esto no es una consideración política, sino una constatación histórica.
La Ley de Amnistía condujo a imponer, sobre la "banalidad del mal" franquista, una suerte de amnesia oficial, una "escotomización", o sea un mecanismo de "ceguera inconsciente" (en este caso colectiva) mediante el cual un sujeto hace desaparecer hechos desagradables de su memoria. Hasta que un día regresan a borbotones, en un estallido de irracionalidad.
Es lo que ha querido evitar el juez Garzón. Revelar la naturaleza malévola del franquismo, para que la historia no pueda repetirse. Nunca más.
Notas:
(1) Que afecta a personalidades del Partido Popular, en especial al ex tesorero del PP, Luis Bárcenas.
(2) La prevaricación consiste en que una autoridad dicte una resolución, a sabiendas de que dicha resolución es injusta.
(3) Ricard Vinyes, Irredentas. Las presas políticas y sus hijos en las cárceles franquistas , Planeta, Barcelona, 2002. Ver el documental Els nens perduts del franquisme (Los niños perdidos del franquismo), de Montserrat Armengou y Ricard Belis.

Las Damas de Blanco y las Madres de Soacha. Cuba, Colombia: comparaciones que gritan Verdad.


Por Azalea Robles

Capitulo 1. Elegancia, caminatas, y cámaras

Las Damas de Banco se visten de blanco y muy elegantes llevan flores, y caminan en protesta de un malvado gobierno y sistema social que le garantiza a toda la población de Cuba el acceso a la vivienda, a la educación gratuita, a la salud gratuita, a la salubridad urbana y rural, a la cultura, al desarrollo humano, intelectual y artístico pleno de cada persona; ya que el malvado sistema cubano estima que la salud, la vivienda, la educación, la cultura y la sanidad no son un lujo o una mercancía, sino un derecho humano de todas y todos. Las Damas de Blanco caminan siempre muy elegantes, porque saben que las cámaras y espacios mediáticos mundiales van a captar y difundir cada una de sus marchas, cada uno de sus pasos.

Las Madres de Soacha no se visten de blanco, se visten con ropas variopintas y a veces dispares, remendadas y lavadas a mano en el agua gélida de un grifo popular, ya que muchas de ellas no tienen agua en sus casuchas de madera, plásticos y zinc. Las Madres de Soacha también caminan, pero no sólo en el sitio en que las cámaras internacionales las van a captar, como lo hacen las Damas de Blanco; de hecho las cámaras internacionales no suelen captar a las Madres de Soacha…

Las Madres de Soacha sortean miles de preocupaciones básicas mientras llevan en el alma y en el llanto el recuerdo de sus hijos: caminan kilómetros y kilómetros al día, para ir a ofertar su fuerza de trabajo en casas de ricos, como “empleadas de servicio” a cambio de míseras sumas y de esas ropas variopintas y gastadas que tienen el mal gusto de ponerse. Caminan kilómetros a diario ya que muchas de ellas viven en zonas a las que no llega el transporte público, y menos se “atreve” a llegar un taxi, debido a la inseguridad que causan las condiciones paupérrimas del lugar en el que habitan.

Las Damas de Blanco no se preocupan por los básicos de la supervivencia cotidiana, ellas están a otro nivel, más filosófico; no se preocupan por su vivienda, ya que en Cuba la vivienda es un derecho básico que cada cual tiene, y no una mercancía, con lo cual ellas no conocen la preocupación del alquiler, el desahucio, los cortes de luz por impago, y todas esas preocupaciones terrenales que las alejarían de la escenificación y brillo que les corresponden, y de la difusión de la “necesidad de establecer en Cuba la Libertad”; la libertad de comprar como en Miami, y de morirse por falta de diálisis, como en Miami.

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Capitulo 2. Hijos, comodidad y riesgos

Las Madres de Soacha han criado a sus hijos milagrosamente: solas, sin ayuda del estado, sin guarderías infantiles, sin salubridad, viviendo en medio de cloacas, y en casuchas que pueden caerse de la loma a la primera lluvia… Siempre nerviosas por el niño o la niña mientras iban a trabajar; algunas debiendo optar por dejarlos solitos con escasos 3 o 4 años de edad, a la merced de los accidentes mortales del hogar. Las Madres de Soacha han criado a sus hijos haciendo equilibrismo entre el agua con sal, el agua con azúcar, y el indispensable par de zapatos para el hijo al momento de mandarlo a la escuelita, si es que había alguna no muy lejos, cuya cuota de inscripción fuera accesible. Muchas han conocido desplazamientos forzados, en el segundo país con más desplazados del mundo…En Colombia hay más de 4,5 millones de personas despojadas y desplazadas de sus tierras y hogares mediante el terror para beneficio de la oligarquía colombiana y de las multinacionales del agro-industrial o de la extracción.

Las Damas de Blanco han criado a sus hijos con todas las necesidades cubiertas, y además con acceso a la cultura, a los deportes y a una sociedad sana. Nunca se han preocupado por el asunto de las guarderías infantiles, ya que en Cuba las guarderías infantiles son un derecho básico, y las hay en todos los barrios. Nunca se han preocupado de accidentes de sus niños obligados a estar solos en el hogar… Nunca se han preocupado de deslaves, e incluso en las catástrofes naturales, como los ciclones que azotan periódicamente a Cuba, han gozado de un eficaz plan de evacuación, de asistencia social, de salubridad, que hace que Cuba, gracias a su sistema, sea el único país de la región en el que esos ciclones no dejan centenares o miles de muertos, como sí es el caso en Haití, Republica Dominicana, Honduras, USA (Nueva Orleans), Nicaragua, etc.…

Las Damas de Blanco nunca se han preocupado por la insalubridad, ya que en Cuba la salubridad es un básico resuelto en el que la desarrollada medicina preventiva cubana pone mucho énfasis.

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Capitulo 3. Libertad

Las Damas de Blanco claman “Libertad y Justicia”, según unos conceptos que estipulan que la Libertad es la libertad a la propiedad privada, y la “Justicia” significa que ellas, sus allegados y sus familiares puedan poner bombas en hoteles o cines de Cuba, puedan delinquir y asesinar, pagados por la CIA, y que se les aplique la “justicia” de dejarlos en libertad.

Las Madres de Soacha y las madres de los 7.500 presos políticos en Colombia claman “Justicia y Libertad”. Las madres de Soacha piden que no haya impunidad para militares, generales y planificadores de algo llamado “falsos positivos”; las madres de los presos políticos en Colombia piden la Libertad de sus hijas e hijos, encarcelados bajo montajes judiciales: estudiantes, sindicalistas, campesinos, indígenas, afro descendientes, líderes feministas, sociólogos, maestros, algunos condenados a penas que rondan los 40 años de cárcel, por su pensamiento crítico y reivindicación social.

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Capitulo 4. Sobrevivientes

Muchas de Las Madres de Soacha son sobrevivientes de las masacres perpetradas por la Herramienta paramilitar y militar del estado colombiano y de las multinacionales; masacres perpetradas para desalojar a campesinos, indígenas y afro descendientes. Con estos traumas sicológicos a cuestas viven en Bogotá, o más bien en sus barrios periféricos, aquellos reservados a los más empobrecidos, como lo es Soacha. Sus rostros envejecidos por el terror y la miseria son marginados de difusión mediática: mujeres valientes, golpeadas, avanzan invisibles en el trasegar de los pueblos.

Las Damas de Blanco llegan a sus casas, después de una marcha, como “sobrevivientes”… sobrevivientes al calor habanero multiplicado por las cámaras múltiples, e intensificado por la multitud que siempre se aglutina en torno a ellas cuando salen a hacer sus mediatizadas marchas: con el fin de abuchearlas, no de aplaudirlas. La multitud les grita que el pueblo cubano no se cree sus mentiras, que no alienten las políticas del bloqueo genocida de USA contra Cuba… Las Damas de Blanco, visiblemente desacreditadas por la pasión con la que el pueblo cubano sale a las calles a recriminarles su mercenariato, caminan disgustadas por lo que ellas más tarde llamarán ante los mass-media mundiales: “el lavado de cerebro castrista”, pues ellas no pueden entender que el pueblo cubano prefiera defender a Cuba revolucionaria y no caer en un sistema de privilegios para pocos y exclusiones correlativas para las mayorías, como lo es el capitalismo. No obstante el ostensible repudio popular que suscitan las Damas de Blanco en Cuba, los mass-media ocultan y deforman sin cesar la realidad. Las arregladas caras de las Damas de Blanco, ofuscadas por el oprobio de no poder hacer de Cuba un país capitalista, llenan las pantallas del mundo entero.

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Capitulo 5. Traumas

Las Madres de Soacha viven cotidianamente con imágenes de horror estampadas en el alma: imágenes de las masacres con moto-sierra que acabaron con la vida de sus familiares; las imágenes del horror inyectado por la Estrategia paramilitar del estado colombiano y sus militares. Estas Madres deben acostarse y levantarse cada día, y avanzar sorteando el miedo y la angustia, con un corazón de praderas irreales. Estas Madres han sobrevivido sin embargo a las masacres, y han “echa´o pa´lante” para la ciudad a criar a sus hijos…

Las Damas de Blanco viven cotidianamente traumatizadas por “la dictadura castrista” que les impide acumular tierras y lujos, que les impide desposeer a otros cubanos, para tener sobre ellos un privilegio feudal. Con estos traumas sicológicos a cuestas viven las Damas de Blanco, como habaneras en La Habana… o mejor dicho viven en la Habana como estadounidenses-habaneras, ya que gozan de una paga en dólares suministrada por la “Oficina de Intereses de Estados Unidos en Cuba”. Se duermen y se despiertan con la omnipresencia de las imágenes de los grandes shopping-centers de Miami, en el alma, estilizada y plastificada; siempre listas para influenciar a sus hijos y a otros jóvenes con la propaganda de “lo maravilloso que es vivir en el capitalismo”, al que ellas llaman “Mundo Libre”.

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· Capitulo 6. En la Guerra mediática unas apuñalan y otras son apuñaladas

Entre lo superfluo “útil” sobre-mediatizado y lo macabro “útil” escondido… 35 000 niños muriendo por causas evitables cada día son un “detalle”; la parábola de la uña rota frente al hospital devastado…

Las Damas de Blanco apuñalan propaganda; son parte de una maquinaria de guerra mediática adelantada por la ex oligarquía que había en Cuba antes de la revolución y por el gran capital transnacional. La propaganda inyectada a través de los mass-media mundiales y los grupúsculos financiados en Cuba por la CIA, busca acabar con la revolución cubana, preparando internacionalmente una matriz de opinión en la que se presenta a Cuba como un sistema nefasto, lleno de pobreza e injusticia, y a su gobierno como un régimen despótico. En Cuba, esta propaganda busca convencer de “las maravillas del capitalismo”, obviando que en el “Mundo Libre” cada 7 segundos muere de hambre un niño de menos de diez años. Ninguno en Cuba.

En el “mundo Libre”, 200 millones de niños viven y duermen en las calles; ninguno en Cuba; 842 millones de personas sufren de malnutrición crónica (FAO). Ninguna de ellas es cubana.

Cada día mueren en el mundo por causas totalmente evitables unos 35 000 niños, ninguno de ellos en Cuba. Cuba, a pesar de ser un país bloqueado, posee índices de salud iguales a los del “primer mundo” (“una tasa de mortalidad infantil de 4,7 por cada mil nacidos vivos y 26 de los 169 municipios cubanos presentan mortalidad cero» (UNICEF))… esto porque hay voluntad, decisión política, y sobre todo porque el sistema cubano no permite la libertad de acumular y capitalizar en grandes monopolios. Es esta capitalización la que excluye a las mayorías del acceso a suplir sus necesidades más vitales, como pasa en el “Mundo Libre”.

En América Latina y el Caribe hay 228 millones de pobres, 102 millones de indigentes, o sea el 42% de la población en la pobreza y el 20% en total indigencia. Ninguno de ellos es cubano. (CEPAL).

En América Latina mueren decenas de miles de personas, cada año, por falta de atención médica; salvo en Cuba: Cuba es el país del mundo que tiene la más alta cifra de médicos por habitante, y la medicina en Cuba no es una mercancía, sino un derecho humano.

Actualmente mueren casi dos millones de niños al año en el mundo, sólo por falta de agua potable y saneamiento adecuado… Ninguno de ellos en Cuba. (

Pero las Damas de Blanco, muy a la par de los Menticientes de Miami, no toman en cuenta estas cifras, estos “detalles” acerca de la vida y la muerte de millones de personas; ellas tienen una jugada política que hacer, y es para lo cual les pagan. Una jugada política amplificada por los mass-media de propiedad de los mismos que las financian, para que funjan de “víctimas” del único sistema social que antepone el beneficio del ser humano al del gran capital. Sus financistas, acumuladores de riquezas y de patrañas, tienen en las Damas de Blanco y en demás grupúsculos desprovistos de ética, la base idónea para sus montajes mediáticos.

Las Madres de Soacha fueron apuñaladas por la propaganda; han sido molidas por la perversión de una maquinaria de guerra adelantada por la oligarquía colombiana y el gran capital transnacional. La propaganda inyectada mediante los mass-media busca presentar una realidad virtual de Colombia que no corresponde con la realidad objetiva, creando internacionalmente una matriz de opinión en la que se presenta al Estado colombiano como un Estado “desbordado” entre “bandas de extrema izquierda y bandas de extrema derecha”: tapando la realidad de que el Estado colombiano es un Estado-instrumento de la oligarquía colombiana y de las multinacionales para viabilizar el saqueo de los recursos, acallando mediante la represión atroz toda reivindicación social. La propaganda busca ocultar que es en ese este marco de Terrorismo de Estado al servicio del gran capital, que se desarrolla la Estrategia paramilitar.

La propaganda busca presentar a la Estrategia Paramilitar del Estado colombiano y las multinacionales, como “bandas de extrema derecha” de surgimiento “espontáneo” “frente a las bandas de extrema izquierda”; cuando en realidad no hubo tal “surgimiento espontáneo en respuesta a”: el Paramilitarismo fue, y es, una herramienta del terror del Estado y las multinacionales para asesinar sindicalistas, comunistas, ecologistas y todo aquel que reivindique los derechos económicos, sociales, ecológicos y culturales del pueblo de Colombia. La Herramienta Paramilitar es coordinada por los militares, por los asesores USA y del Mossad; y en pago por su “labor” de asesinar comunistas y opositores, le han dado parte de la gestión del narcotráfico a algunos capos paramilitares: éstos comparten la gestión del narco con la oligarquía secular, bajo la supervisión de la CIA, que gestiona los dineros del narco a nivel internacional. La mayoría del dinero del narcotráfico termina en las plazas financieras de USA y UE, quedándose una parte sustancial en manos de la CIA para financiar sus operaciones encubiertas en toda América: golpes de Estado (el caso más reciente es el de Honduras), desestabilización y financiación de paramilitarismo contra el proceso de emancipación de Venezuela, paramilitarismo contra la resistencia en Honduras, reactivación de terror paramilitar en Perú (particularmente en las zonas de alto interés para las empresas mineras), paramilitarismo y terror en México (otro país clave), fomento de las Maras y otras estructuras destinadas a la desintegración social en Centro-América, coordinadas en Guatemala por las sanguinarias PAC de Ríos Montt, operaciones contra Cuba, etc.…

La Madres de Soacha han visto cómo sus hijos eran asesinados y sus cadáveres usados para los siniestros montajes militaro-mediáticos del Estado colombiano: conocidos como “falsos positivos”.

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Capitulo 7. Montajes mediáticos: Cómo ocultar un genocidio y sus causas en Colombia, y cómo inventarse disidentes en Cuba.

Guerra mediática y sus insumos: miles de asesinatos perpetrados por el Estado colombiano, y Damas de Blanco caminando mientras los Damos ponen

combate”. Colombia es el país más peligroso del mundo para ejercer el sindicalismo, y eso no parece “ameritar” ser noticia mundial. Miles de sindicalistas han sido asesinados y el genocidio sigue en medio del más absoluto silencio internacional que beneficia al Estado y su estructura militar-paramilitar.

La práctica de montajes de todo tipo es uno de los caballos de guerra más desarrollados del Estado colombiano. Es un Estado que practica incluso el auto-atentado, con tal de provocar muertos para poder sustentar su guerra mediática, como ha sido corroborado por funcionarios del propio DAS, y recientemente incluso por documentos escritos del DAS: “Montajes (…) Sabotaje, Terrorismo: explosivos incendiarios servicios públicos, tecnológico (…)”. Entre los raptados por el ejército y sus paramilitares para posteriormente asesinarlos y disfrazarlos en sus “falsos positivos”, hay varios niños… Presentarlos como “guerrilleros muertos en combate” potencia la campaña de desprestigio contra la guerrilla que adelanta el Estado (documentos DAS). El Estado es experto en fabricar “pruebas”, poco importa que eso implique asesinar.

En Colombia la guerra física y la guerra mediática adelantadas contra el pueblo por el gran capital, mediante las estructuras del Estado (militares y paramilitares), han llegado al paroxismo absoluto: se habla de “Guerra mediática y cadáveres útiles al Estado”

El Terrorismo de Estado en Colombia ha desaparecido a más de 200.000 personas, El Terror Estatal ha desplazado de sus tierras a más de 4,5 millones de personas (1), mediante sus militares y su Herramienta paramilitar, ofreciendo así las tierras vacías de habitantes y reivindicaciones a latifundistas y multinacionales. El régimen colombiano tiene más de 7.500 presos políticos encarcelados mediante montajes judiciales (4).

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Capitulo 8. el Drama silenciado y el Teatro vociferado

Las Madres De Soacha y sus familiares han conocido de lleno el Terrorismo de Estado en Colombia por reclamar que sean condenados los asesinos de sus hijos, y que se castigue la criminalidad del Estado. Han sufrido la desaparición y asesinato de otros de sus hijos y familiares, amenazas por denunciar, han visto la liberación e impunidad para los militares autores materiales de los crímenes, así como la libertad e impunidad para los autores intelectuales de los crímenes (que ni siquiera fueron imputados)… Las Madres de Soacha han sido criminalizadas, y muchas deben esconderse, ya que varios testigos y denunciantes en los casos de los “falsos positivos” han sido asesinados para asegurar la impunidad dentro del marco de una estrategia estatal. Si de su sufrimiento hay que hablar… la voz misma se quiebra de angustia ante el genocidio y la indiferencia internacional que se abate sobre el pueblo colombiano. El llanto largo e invisibilizado de las Madres de Soacha no goza de la solidaridad de “intelectuales y artistas” a nivel mundial. Los mass-media internacionales guardan silencio acerca de este drama.

Las Damas de Blanco y sus familiares han conocido de lleno las embajadas de varios países europeos, cuyos funcionarios también atizan el odio contra Cuba y su sistema social. Ninguna Dama de Blanco ha sido desaparecida o asesinada. Si de su “sufrimiento” hay que hablar… tal vez han sufrido sus trajes de lino blanco por marchar en los calores habaneros… El perpetuo martilleo mediático de cualquier ademán de las Damas de Blanco goza de la solidaridad de “intelectuales y artistas” a nivel mundial. Los mass-media internacionales han hecho gran alboroto con esta farsa.

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Capítulo 9. Dos realidades mentidas y ocultadas: Antípodas cuya comparación desvela la manipulación de los medios de comunicación

El que se haya descubierto en Colombia la mayor fosa común del continente americano, con 2000 cadáveres, producto de desapariciones y asesinatos de la Fuerza Omega del ejército, no es noticia mundial, cuando debería ser un escándalo mayúsculo, dada la dimensión del crimen, sólo comparable a las fosas nazis.

Azalea Robles, periodista independiente.