lunes, 19 de octubre de 2009

Oro por cuentas de vidrio ofrece gobierno federal a electricistas.

Después de lanzar a casi 45 mil trabajadores a la calle, muchos de ellos trabajadores especializados en el ramo eléctrico, ahora el gobierno federal ofrece a los miembros del SME cambiar el oro por cuentas de vidrio y asesorarlos para que se conviertan en "empresarios", o en su defecto otorgarles becas para estudiar inglés, computación, mecánica automotriz, refrigeración, mecánica, asistente educativo, dibujo, etc. Como una muestra más del patetismo calderonista, las becas ofrecidas enmedio de la convulsión social que ha generado la intentona de destrozar al SME, ascienden a $5,382 mensuales, mientras que la creación de un "changarro" (fox dixit) implica que los trabajadores acepten su liquidación y ésta misma sea invertida en alguna franquicia que costaría algo así como 100 mil a un millón de pesos. En tanto, los periodistas -algunos de ellos- dan a conocer algunos entretelones del conflicto y revelan que la mayor parte de la deuda cotidiana de Luz y Fuerza se debía a que compraba a costos muy elevados la energía a su acreedora, la Comisión Federal de Electricidad.
A éstas alturas uno se pregunta ¿y porque LyFC no generaba esa energía? La respuesta es que el gobierno dejó desde hace más de 30 años de invertir en equipos e infraestructura de la compañía. La demanda se incrementó tanto por el crecimiento poblacional como por la instalación de industrias en la zona metropolitana y en diversos municipios de los estados del centro de la República. Al verse desbordada su propia producción de energía fue necesario acudir a la CFE y se inició un círculo perverso: LyFC continuó su degradación financiera y de infraestructura al tiempo que grandes cantidades de dinero federal simplemente cambiaban de bolsa. En 2008 LyF vendió 48 mmdp a cambio de los 56.6 mmdp que pagó a la CFE, según informó Reporte Índigo. No obstante, el gobierno calderonista no ha reparado en argumentar que la culpa es toda de los trabajadores y durante los últimos años la administración de la empresa se encargó de crear un ambiente adverso con los recibos absurdos de varios miles de pesos que horrorizaban al usuario y su economía.
Hoy el tema ya no es la "guerra" contra el narco que tan malos resultados ha obtenido; no es el AH1N1; se logró el boleto a Sudáfrica y salió de la agenda; sin embargo los argumentos que esgrime el Ejecutivo luego del "sabadazo", si bien fue un golpe demoledor, están perdiendo fuerza ante la respuesta social y las posturas de políticos, intelectuales, artistas y gente del pueblo.
El SME, guste o no, es un sindicato democrático cuyos dirigentes militan en la izquierda; el gobierno de derecha que lo intenta pulverizar llegó al poder mediante un fraude electoral. Eso da cuenta de la naturaleza y del sesgo del golpe al sindicalismo mexicano en particular, a la izquierda en lo general, y a nivel nacional a todo el pueblo mexicano que enfrenta una dura prueba, cuyo final solamente será óptimo si logramos una verdadera cohesión social ante el embate neoliberal y autoritario del actual gobierno federal, así con minúsculas.