viernes, 21 de octubre de 2011


DURA DERROTA SUFRIRÁ EEUU. EN LA ONU

El 25 de octubre próximo, la Asamblea General de la ONU va a pronunciarse por vigésima vez en relación a la denuncia de Cuba contra la aplicación del bloqueo comercial, económico y financiero que las administraciones estadounidenses han venido aplicando en contra del pueblo cubano; dicho bloqueo prohíbe a todos los empresarios del mundo realizar contratos de cualquier tipo con esta isla del Caribe.

El imperio más poderoso de la historia amenaza y castiga a las empresas comerciales que operan con la isla, cerrándoles la entrada al territorio de EEUU, o aplicándoles severas sanciones económicas. Si un barco recala en Cuba para entregar mercaderías, es sancionado con el cierre de los puertos norteamericanos durante seis meses, aparte de las multas que se le aplican. Los bancos que se han atrevido a operar con Cuba, han recibido también fuertes castigos económicos por parte de EE.UU., para desalentar todo intento de romper el bloqueo. A las empresas estadounidenses que quieren vender medicinas e instrumental de laboratorios a Cuba, el Gobierno de EE.UU. no les permite hacerlo. Como ningún empresario quiere perder el derecho a seguir operando en territorio de EE.UU, se ven obligados a tomar distancia con la isla, restándose así al comercio con ésta.

Este acto abusivo se ha venido aplicando contra la mayor de las Antillas desde 1961, cuando el Presidente Eisenhower sancionó el 11 de diciembre de 1959 un plan de la Agencia Central de Inteligencia cuyo objetivo era “el derrocamiento de Castro en el término de un año y su sustitución por una junta amiga de los Estados Unidos”. En aquel entonces el Gobierno de EEUU estimó: “No existe una oposición política efectiva en Cuba; por tanto, el único medio previsible que tenemos hoy para enajenar el apoyo interno a la Revolución, es a través del desencanto y el desaliento, basados en la insatisfacción y las dificultades económicas. Debe utilizarse prontamente cualquier medio concebible para debilitar la vida económica de Cuba. Negarle dinero y suministros, para disminuir los salarios reales y monetarios, a fin de causar hambre, desesperación y el derrocamiento del gobierno”. (Palabras de Lester Dewitt Mallory, Subsecretario de Estado Adjunto para Asuntos Latinoamericanos, 6 de abril de 1960).

A lo largo de estos últimos diecinueve años, la Asamblea de Naciones Unidas en representación de todos los pueblos del planeta se ha pronunciado por pedir a EEUU. poner fin a esta agresión, demanda que dicho país prepotentemente, siempre se ha negado a acatar.

En octubre de 2010, nada menos que 187 países se pronunciaron ante la ONU, el más importante foro de la Humanidad, en contra de esta medida genocida que lesiona severamente la calidad de vida del pueblo cubano, que limita su desarrollo, las posibilidad de progreso. En dicha oportunidad, solo dos países votaron a favor del bloqueo: EEUU. y su aliado Israel, país que se ha convertido en gendarme del imperialismo en el medio oriente.

En el año 2004, el candidato al Senado Barack Obama dijo que el bloqueo a Cuba debía ser ya retirado. Sin embargo ahora, en la mitad de su período presidencial, en actitud fugitiva respecto al tema, opina que el bloqueo a Cuba constituye una medida de interés nacional de EE.UU. El Sr. Obama no está cumpliendo su palabra.

Su discurso de candidato, novedoso y conciliador concitó esperanza, y su mensaje de cambio tuvo acogida ciudadana. Desafortunadamente, el tiempo transcurre y ese discurso no parece sustentarse en hechos concretos, porque su palabra no coincide con su actitud; si hubiera voluntad de cambio, el gobierno norteamericano podría autorizar la exportación de bienes y servicios cubanos a Estados Unidos y de ese país hacia Cuba.

A los ciudadanos estadounidenses que quieren hacer turismo en la isla, la propia “democracia estadounidense” les prohíbe hacerlo.

Hay un hecho cierto e indiscutible; el actual gobierno de Estados Unidos permanece sin atender el reclamo abrumador de la comunidad internacional expresado en esta asamblea año tras año para que se ponga fin a este acto de guerra, esta agresión unilateral, a la que se debe poner fin también unilateralmente, y sin condiciones.

Según encuestas realizadas en Estados Unidos, actualmente hasta un 80 por ciento de los mismos norteamericanos se pronuncia contra el bloqueo, y en el seno de la comunidad cubana residente en esa nación, la situación no difiere mucho, porque mayoritariamente se oponen a esta política.

Durante la Guerra Fría, las administraciones estadounidenses justificaban ante el mundo esta medida, diciendo que Cuba se había “acoplado al bloque de la URSS, contra los intereses de América”. Posteriormente al desaparecer la URSS, decían que la isla “no era un país democrático”, según su percepción de la democracia. Ahora la campaña de calumnias se orienta por la vía de “defender los derechos humanos”; y la predica el país más terrorista del mundo.

Mientras tanto, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU con sede en Ginebra, ha reconocido ampliamente a Cuba como país respetuoso de los derechos humanos, incluso eligiendo a este país en la Vicepresidencia de dicho Consejo. Las inquietudes de Amnistía Internacional han quedado satisfechas al expresar este año que ya en Cuba fueron liberados los llamados “presos políticos”.

El Comité de Solidaridad con Cuba Gladys Marín M. llama a los amigos de Cuba a estar pendientes de las noticias del día 25 del mes en curso cuando sin ninguna duda la isla recibirá una vez más el apoyo de los pueblos del mundo, contra esta agresión permanente que agrede a sus niños, a sus ancianos, sus enfermos, y que es la única causa de los problemas económicos que afectan a la Isla.

Patricio Dueñas B.