jueves, 29 de abril de 2010

Indignación internacional por el atentado en Oaxaca


Los reporteros de "Contralínea" David Cilia y Érika Ramírez. Nos solidarizamos con ellos y los demás desaparecidos y las familias de los caídos.

La indignación internacional y nacional por los asesinatos de la activista Beatriz Alberta Cariño y el finlandés Jyri Jaakola, las heridas a 15 compañeros y la desaparición de cuatro más, entre éstos últimos los periodistas de la revista "Contralínea", Érika Ramírez y David Cilia, crece exponencialmente al tiempo que se considera "un precedente funesto para los defensores de derechos humanos y luchadores sociales en la historia de este país", refiere una misiva publicada en el periódico La jornada.

Apoyada con firmas del calibre de Noam Chomsky, John Holloway y Tariq Alí, por mencionar unas cuantas de ellas, se exige a las autoridades estatales y federales la presentación con vida de los desparecidos, así como la sanción contra los culpables intelectuales y materiales del atentado.

A contracorriente el gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz se ha lavado las manos una vez más y luego de considerar que se trató de "un enfrentamiento entre activistas", recurrió al viejo argumento -como en su momento en Chiapas-, de responsabilizar a los "extranjeros" de lo que pudo haber sucedido ahí.

También otras organizaciones como Amnistía Internacional y la Oficina en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos se ha sumado a las voces que cuestionan el ataque, sobre todo por haberse tratado de un grupo pacífico de defensoeres de derechos, desarmado, cuya misión era la de llevar víveres a los los habitantes de San Juan Copala, población que sufre aislamiento desde hace meses.

El periodista Miguel Badillo, quien viajó ya a las inmediaciones de Copala, ha recibido diversos testimonios sobre la intensidad del ataque con armas de alto poder, por lo que demandó la intervención de la Secretaría de Gobernación para recuperar el control de área y buscar a los desaparecidos, toda vez que las policías locales le afirmaron que no patrullarán la zona por temor a ser "cazados" por los paramilitares.

Integrantes de la Caravana de Apoyo y Solidaridad con el Municipio Autónomo de San Juan Copala, como se denominó el grupo atacado, acusó al Estado mexicano por no cumplir con sus obligaciones de prevenir y proteger el derecho a la vida al no brindar la protección adecuada y no generar las condiciones para erradicar las agresiones por parte de agentes estatales o de particulares en contra de los defensores de derechos humanos".

Acteal, Aguas Blancas, hoy Copala, las indígenas presas por "secuestro", ejemplos que nos estallán en la cara cuando apenas ayer el representante de Amnistía Internacional afirmó que apoyan a México en su lucha contra la discriminatoria ley de Arizona, pero también propone a nuestro país hacer algo para respetar los derechos humanos contra migrantes centroamericanos y por supuesto, agregamos, para todo los mexicanos.

Legisladores perredistas exigieron el pronto esclarecimiento de éste "criment de odio" mismo que hoy mismo será llevado a la tribuna de ambas Cámaras del Congreso de la Unión.

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