viernes, 15 de enero de 2010

Caos es la palabra que predomina en Haití; las fotografías lo dicen todo.





Mientras autoridades gubernamentales haitianas confirman el deceso de 50 mil personas y 250 mil heridos, la contradicción y el caos hacen su rapiña al no permitir fluir la ayuda internacional apilada en los aeropuertos. Un millón ha quedado sin vivienda y la desesperación por encontrar a familiares y amigos bajo los escombros se funde con los múltiples llantos de quienes han logrado hallar al ser querido ya sin vida como lo muestran las dramáticas fotografías que circulan por el mundo. Los hospitales carecen de medicamentos, instrumentos e instalaciones adecuadas y suficientes, al grado de que directivos de el centro médico advierte: "si no mueren por sus heridas morirán de hambre". Tan grave está la situación. En éste contexto, la secretaria de Estado de los EUA, Hillary Clinton, informó que viajará a la isla a fin de coordinar directamente la ayuda, así como a los 10 mil soldados yanquis que incluso podrían asumir un papel activo para intentar preservar el relativo orden que pende apenas de un hilo muy delgado, toda vez que la gente considera no haber sido auxiliada con la rapidez mínima para estos casos. Lo cierto es que se pierde la esperanza de encontrar gente con vida bajo los escombros y en cambio crece el riesgo de una epidemia. México envió 3 aviones militares y 2 buques con ayuda, al tiempo que anunció la donación de 8 mdd. La tragedia es inenarrable, dicen quienes desde Haití envían su información, sus twiters, sus comentarios. Así lo comprobamos a través de las fotografías. Algunos son rescatados con vida y regresan felices al regazo materno, otros en cambio son apilados entre los miles de muertos y con las manos al cielo los que sobrevivieron se preguntan ¿Por que tanta saña contra un pueblo que ha sufrido tanto?

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